Tras 12 horas y media de vuelo, por fin llegamos a nuestro destino PHuket. Nos recibe con la climatología propia de la época del año, lluvia y humedad alta, pero temperatura realmente agradable.
Nos dirigimos a nuestro hotel, situado en la playa de Patong, todavía se ven los destrozos que el Tsunami dejo en la zona en el año 2004.
Tras dejar el equipaje y tomar algo, decidimos sumergirnos en la localidad y recibir un masaje Thai.
Tras ello, volvemos caminando por la orilla de la playa al hotel , para descansar, nos queda una semana y muchas nuevas sensaciones .
Decidimos seguir nuestra propia forma de viajar, sin operadores y planear por nuestra cuenta cada salida.
Una de las primeras impresiones de la isla es que allí todo el mundo es hospitalario, respetuoso y tiene una preciosa sonrisa dibujada en su rostro.
Nos dirigimos a nuestro hotel, situado en la playa de Patong, todavía se ven los destrozos que el Tsunami dejo en la zona en el año 2004.
Tras dejar el equipaje y tomar algo, decidimos sumergirnos en la localidad y recibir un masaje Thai.
Tras ello, volvemos caminando por la orilla de la playa al hotel , para descansar, nos queda una semana y muchas nuevas sensaciones .
Decidimos seguir nuestra propia forma de viajar, sin operadores y planear por nuestra cuenta cada salida.
Una de las primeras impresiones de la isla es que allí todo el mundo es hospitalario, respetuoso y tiene una preciosa sonrisa dibujada en su rostro.